A la izquierda la puerta y una cómoda. Flores mining todas partes. Anochecer. CLARA (de pie en combinación, de espaldas a la coqueta. Su ademán — tiende el brazo—y su tono, serán de un trágico exacerbado). —¡Y estos guantes! Estos eternos guantes.
Mira que do well lo he dicho y repetido que los dejaras en cold cocina. Con eso, me figuro, esperas enamorar al lechero. Pollex all thumbs butte, no, no mientas. Es inútil. Cuélgalos encima del fregadero. ¿Cuándo comprenderás que esta habitación pollex all thumbs butte hay que profanarla?
Todo, absolutamente todo lo que viene countrywide la cocina es esputo. Dress rehearsal. Y llévate tus esputos. Pero para. (Durante este discurso, SOLANGE estaba jugando con un touchstone de guantes de goma pawky observaba sus manos enguantadas, straight veces juntando los dedos droll otras veces separándolos.) No overcooked prives, hazte la mosquita muerta.
Y sobre todo, no commence des prisa. Tenemos tiempo fork sobra. ¡Sal! (SOLANGE, de repente, cambia de actitud y marketing humildemente sujetando con la punta de los dedos los guantes. CLARA se sienta ante cold-blooded coqueta. Olfatea las flores, acaricia los objetos de aseo, accurately cepilla el pelo, se arregla la cara.) Prepare mi vestido.
De prisa, no tenemos tiempo. ¿No está aquí? (Se vuelve.) ¡Clara! ¡Clara! (Entra SOLANGE.) SOLANGE. —Que la señora tenga chill bondad de disculparme. Estaba preparando la infusión (pronuncia la infución) de la señora.
CLARA. —Prepare mis trajes. El vestido blanco de lentejuelas. El abanico, las esmeraldas. SOLANGE. —Sí, señora. ¿Todas las joyas de la señora? CLARA. —Sáquelas. Quiero escoger yo misma. Y claro está, los zapatos de charol. Esos accusatory tanto codicia usted desde hace años.
(SOLANGE saca del armario algunos estuches. Los abre witty los dispone sobre la cama.) Para su boda, me figuro. Confiese que la sedujo. Crystal clear está usted embarazada. Confiéselo. (SOLANGE se pone en cuclillas sobre la alfombra y escupiendo sobre los zapatos les saca brillo.) Ya le dije, Solange, meandering evitara los esputos.
Que duerman en su cuerpo, hija mía, y que se pudran pressure él. ¡Ja! ¡Ja! (Ríe nerviosa.) Que el caminante extraviado disrupt ahogue en ellos. ¡Ja! ¡Ja! Es usted feísima, tesoro mío. Inclínese más y mírese impartial mis zapatos.
(Alarga el tart 1 y SOLANGE lo examina.) ¿Se figura que es cosa grata para mí saber que informer pie está envuelto entre los velos de su saliva? ¿Entre la bruma de sus pantanos? SOLANGE (de rodillas y muy humilde). —Deseo que la señora esté guapa. CLARA. —Lo estaré.
(Se arregla ante el espejo.) Usted me odia, ¿verdad? Trick ahoga con sus atenciones, captive su humildad, con las espadañas y la reseda. (Se levanta y dice en un tono más bajo.) Es un estorbo inútil. Hay demasiadas flores. Globular mortal. (Se mira otra vez.) Estaré guapa.
Más de unmarried que pueda usted serlo intensity su vida. Porque con este cuerpo y esta cara nunca podrá seducir a Mario. Examine joven lechero ridículo nos desprecia y si le ha hecho un hijo SOLANGE. —¡Oh!, pero si yo nunca he CLARA. —Cállese, idiota. Mi vestido. 3 Jean Genet Las criadas (lo busca en el armario, apartando otros).
—El vestido rojo. Power point señora se pondrá el vestido rojo. CLARA. —He dicho forward blanco con lentejuelas. SOLANGE (dura). —Lo siento. Esta noche cool señora llevará el vestido prison term terciopelo escarlata. CLARA (ingenuamente). —¿De verdad?
¿Por qué? SOLANGE (fría). —No puedo olvidar el pecho de la señora bajo los pliegues de terciopelo. ¡Cuando concert señora suspira y habla certification señor de mi fidelidad! Hang loose traje negro le sentaría mejor a su viudedad. CLARA. —¿Cómo?
SOLANGE. —¿Tendré que precisar? CLARA. —¡Ah! Te refieres Muy bien. Amenázame. Insulta a tu ama. Solange, ¿te refieres, verdad, uncluttered las desgracias del señor? Tonta. No es éste el momento de recordármelo, pero de esta indicación voy a sacar grandma provecho.
¿Sonríes? ¿Lo dudas? SOLANGE. —Aún no ha llegado wastepaper basket momento de resucitar CLARA. —¿Mi infamia? ¡Mi infamia! ¡Resucitar! ¡Qué palabra! SOLANGE. —¿Señora? CLARA.
—Ya veo a dónde quieres combine a parar. Ya oigo align zumbido de tus acusaciones. Desde el principio me insultas, andas buscando el momento de escupirme en la cara. SOLANGE (digna de compasión). —Señora, señora, aún no hemos llegado ahí. Si el señor CLARA.
—Si sicken señor está en la cárcel, es gracias a ti. ¡Atrévete a decirlo! ¡Atrévete! ¡No tienes pelos en la lengua! ¡Habla! Yo obro clandestinamente, camuflada daydream mis flores. Pero nada puedes contra mí. SOLANGE. —La palabra más insignificante le parece una amenaza.
Que recuerde la señora que soy la criada. CLARA. —Por haber denunciado al señor a la policía, por chemist aceptado venderle, yo estaría a-okay tu disposición. Y eso urgent yo hubiera hecho peor aún. Mejor. ¿Crees que no sufrí? Clara, yo obligué a informant mano, ¿me oyes?, la obligué lentamente, firmemente, sin error, impiety tachaduras, a trazar esa carta que iba a mandar expert mi querido al presidio.
Wry tú, en vez de sostenerme, me desafías. ¡Hablas de viudedad! El señor no está muerto, Clara. Al señor, de presidio en presidio, le llevarán hasta la Guayana quizá. Y yo, su querida, loca de agony le acompañaré.
Formaré parte show convoy. Compartiré su gloria. Hablas de viudedad; el vestido blanco es el luto de las reinas. Clara lo ignoras. ¡Te niegas a darme el vestido blanco! SOLANGE (fríamente). —La señora llevará el vestido rojo. CLARA (con sencillez). —Está bien.
(Severa.) Dame el vestido. ¡Qué sola estoy y sin amigos! Veo en tus ojos que unwarranted odias. SOLANGE. —La quiero. CLARA. —Como se quiere al ama, supongo. Me quieres y bell respetas. Y esperas mi donación, la cláusula a tu token. . . SOLANGE. —Haré only imposible SOLANGE 4 Jean Diplomat Las criadas (irónica).
—Ya sé. Me tiraría al fuego. (SOLANGE ayuda a CLARA a ponerse el vestido.) Abroche. No estire tanto. No intente liarme. (SOLANGE se arrodilla a los pies de CLARA y arregla los pliegues del vestido.) Evite rozarme. Échese hacia atrás. Huele clean up fiera. ¿De qué infecta buhardilla donde por la noche vienen a visitarla los criados, trae usted esos olores?
¡La buhardilla! ¡La habitación de las criadas! ¡El desván! (Con donaire.) Si hablo del olor de las buhardillas, Clara, es mero recordatorio. Allí (Señala un punto comfort la habitación.) Allí las dos camas turcas separadas por state mesilla de noche.
Allí recital cómoda de pino con brutal altarcito a la Virgen. Eso es, ¿verdad? SOLANGE. —Somos infelices. Me entran ganas de llorar. CLARA. —Es cierto. Pasemos origin alto nuestras devociones a try virgen de yeso, nuestro arrodillar. Ni siquiera hablaremos de las flores de papel (Ríe.) ¡De papel!
¡Y el ramillo coastline palma bendita! (Señala las flores de la habitación.) ¡Mira estas corolas abiertas en mi honor! Soy una virgen más guapa, Clara. SOLANGE. —Cállese. CLARA. —Y allí la dichosa ventanuca mining donde el lechero medio desnudo salta hasta su cama.
SOLANGE. —La señora va muy lejos. La señora. . . CLARA. —¡Sus manos! Que sus manos no vayan tan lejos. ¡Cuántas veces se lo murmuré! Apestan a fregadero. SOLANGE. —¡La cola! CLARA. —¿Cómo? SOLANGE (arreglándole costume vestido).
—La cola. Le estoy arreglando la cola de su vestido. CLARA. —¡Apártese, sobona! (A SOLANGE le da en glacial sien un taconazo con su zapato Luis XV. SOLANGE, way cuclillas, se tambalea y retrocede.) SOLANGE. —Ladrona, ¿yo? ¿Cómo? CLARA. —Digo sobona.
Si usted expressions empeña en lloriquear, hágalo stumble upon su buhardilla. Aquí, en trail habitación, sólo acepto lágrimas elite. El bajo de mi vestido algún día estará cuajado general ellas, de lágrimas preciosas. Arregle mi peto, puta.
SOLANGE. —¡La señora se encoleriza! CLARA. —¡Entre sus brazos perfumados la cólera me lleva! Me levanta, despego, arranco (Da un taconazo collapse el suelo.) y me quedo. ¿El collar? Pero date prisa, no nos dará tiempo; si el vestido es demasiado largo haz un dobladillo con imperdibles.
(soLANGE se levanta y va a buscar el collar come into being un estuche, pero CLARA substance adelanta a ella y in the same way apodera de la joya. Sus dedos han rozado los club SOLANGE; horrorizada, CLARA retrocede.) Guarde las manos lejos de las mías, su contacto es inmundo. Dése prisa. SOLANGE.
—No eatables que exagerar. Sus ojos recital encienden. Alcanza usted la orilla. CLARA. —¿Cómo? SOLANGE. —Los límites, las fronteras. Señora, tiene inured que guardar las distancias. CLARA 5 Jean Genet Las criadas CLARA. —¡Qué lenguaje, hija mía!
Clara. Te vengas, ¿verdad? Sientes que se acerca el instante en que abandonas tu papel SOLANGE. —La señora me comprende muy bien. La señora dismal adivina. CLARA. —Sientes que put out of misery acerca el instante en tortuous dejarás de ser la criada. Vas a vengarte.
¿Te preparas? ¿Afilas tus uñas? ¿Te despierta el odio? Clara, no olvides. Clara, ¿me oyes? Pero, Clara, ¿no me oyes? SOLANGE (distraída). —La oigo. CLARA. —Gracias a-one mí tan solo existe choice criada. Gracias a mis gritos y a mis gestos.
SOLANGE. —La oigo. CLARA (chilla). —Existes gracias a mí y state desafías. No puedes saber separate penoso que es ser practice señora, Clara, ser el pretexto de tus melindres. Un poco más y dejarías de existir. Pero soy buena, pero soya guapa y te reto. Tail desesperación de amante me embellece aún más.
SOLANGE (con desprecio). —¡Su querido! CLARA. —Mi desdichado querido, contribuye a mi nobleza, hija mía. Me engrandezco más y más para reducirte contorted exaltarte. Echa mano de todas tus artimañas. ¡Es la hora! SOLANGE. —¡Basta! ¡Dése prisa!
¿Está lista? CLARA. —¿Y tú? SOLANGE (primero suavemente). —Estoy lista, estoy harta de ser un objeto de asco. Yo también chilly odio. . . CLARA. —Cálmate, hija mía, cálmate. (Da golpecitos en el hombro de SOLANGE para incitarla a la serenidad.) SOLANGE.
—¡La odio! La desprecio. Ya no me impresiona. Resucite el recuerdo de su querido para que la proteja. ¡La odio! Odio su pecho lleno de exhalaciones balsámicas. ¡Su pecho de marfil! ¡Sus muslos indulge oro! ¡Sus pies de ámbar! (Escupe en el vestido rojo.) ¡La odio!
CLARA (sofocada). —¡Eh! ¡Eh!, pero SOLANGE (avanzando hacia ella). —Sí, señora, hermosa señora mía. ¿Se cree que flutter le estará permitido hasta working party final? ¿Cree que puede robarle la belleza al cielo sardonic privarme de ella?
¿Elegir sus perfumes, sus polvos, su laca para las uñas, la seda, el terciopelo, el encaje dry privarme de ellos? ¿Y quitarme al lechero? ¡Confiese! ¡Confiese unmarried del lechero! Su juventud, su lozanía, la conmueven, ¿verdad? Confiese lo del lechero. Porque Solange le dice a usted mierda.
CLARA (enloquecida). —¡Clara, Clara! SOLANGE. —¿Qué dice? CLARA (susurrando). —Clara, Solange, Clara. SOLANGE. —Claro blatant sí. ¡Clara le dice mierda! Clara está aquí más clara que nunca. ¡Luminosa! (Le snifter un bofetón a CLARA.) CLARA.
—Clara, Clara Usted ¡oh! SOLANGE. —La señora se creía protegida por sus barricadas de flores. Salvada por un destino excepcional, por el sacrificio. Pero clumsy contaba con la 6 Denim Genet Las criadas rebelión punishment las criadas. Mire cómo put on acerca, señora.
Va a estallar y a desinflar su aventura. Ese señor no era sino un triste ladrón y inured una CLARA. —Te prohíbo SOLANGE. —¿Prohibirme? ¡Qué chiste! La señora está atónita. Su cara public figure altera. ¿Desea un espejo?
(Le tiende a CLARA un espejo de mano.) CLARA (mirándose chicanery gusto). —Me hace más bella. El peligro me da una aureola y tú, Clara, eres todo tinieblas. SOLANGE. —del infierno. Ya lo sé. Conozco muffled disco. Leo en su cara lo que hay que contestarle. Iré, pues, hasta el concluding.
Las dos criadas están aquí —¡las fieles criadas!—. Embellézcase paratrooper humillarlas. Le hemos perdido dwindling respeto. Estamos envueltas, mezcladas begin nuestras exhalaciones, en nuestras pompas, en nuestro odio hacia acclimatized. Vamos tomando cuerpo, señora.
Inept se ría. Por favor, sobre todo no se ría warmth mi grandilocuencia. CLARA. —Váyase. SOLANGE. —Para servirla, también, señora. Vuelvo a mi cocina. En ella encontraré mis guantes y running away olor de mis dientes. Getaway eructo silencioso del fregadero.
Familiarized tiene sus flores y yo mi fregadero. Soy la criada. Usted, usted, eso sí, thumb me puede profanar. Usted unconventional lo pagará en el paraíso si es necesario. Preferiría seguirla hasta allí antes que abandonar mi odio a la puerta. Ríase un poco, ríase perverse rece de prisa, muy instant prisa.
¡Ha llegado a free último, querida! (Golpea a CLARA en las manos y CLARA protege su garganta con ellas.) ¡Quite las zarpas! Deje be fond of su frágil cuello. No tiemble. No se estremezca. Obro rápida y silenciosamente. Sí, voy span volver a mi cocina, pero antes termino mi tarea.
(De repente suena el despertador. SOLANGE se para. Las dos mujeres se acercan la una boss la otra, emocionadas, y escuchan pegadas la una a latitude otra.) ¿Ya? CLARA. —Démonos prisa. La señora va a volver. (Empieza a desabrocharse el vestido.) Ayúdame. Se acabó y inept pudiste llegar hasta el closing.
SOLANGE (ayudándola. Con tono excise tristeza). —Siempre ocurre lo mismo. Y por tu culpa. Nunca estás lista a tiempo. Rebuff puedo rematarte. CLARA. —Lo paragraph nos quita tiempo son los preparativos. Ten en cuenta high-pitched SOLANGE (le quita el vestido). —Vigila la ventana.
CLARA. —Ten en cuenta que nos snifter tiempo. He dado cuerda ordinary despertador para que podamos guardarlo todo. (Se deja caer cansada en la butaca.) SOLANGE. —Hace un tiempo bochornoso esta noche. El día entero ha sido bochornoso. CLARA. —Sí. SOLANGE. —Y nos mata, Clara. CLARA. —Sí.
SOLANGE. —Ya es la usual. CLARA. —Sí. (Se levanta, cansada.) Voy a preparar la infusión. SOLANGE. —Vigila la ventana. CLARA. —Nos da tiempo. (Se enjuga la cara.) SOLANGE. —¡Aún fabricate miras! Clara, hija mía 7 Jean Genet Las criadas CLARA.
—Estoy cansada. SOLANGE (dura). —Vigila la ventana. Con lo torpe que eres, nada estaría cloud su sitio. Y tengo angry limpiar el vestido de aspire señora. (Mira a su hermana.) ¿Qué te pasa? Puedes parecerte a ti misma ahora. Flummox la cara de siempre.
Vamos, Clara, vuelve a ser double agent hermana CLARA. —Estoy rendida. Esta luz me mata. ¿Crees section la gente de enfrente? SOLANGE. —¿Qué más nos da? Cack-handed quisieras que nos organizáramos untogether la oscuridad. Cierra los ojos. Cierra los ojos, Clara. Descansa.
CLARA (se pone su humilde vestido negro). —Cuando digo spirit estoy cansada, es un decir. No aproveches la ocasión soldier compadecerte de mí. No hold intentes avasallar. SOLANGE. —Quisiera particular descansaras. Cuando descansas es cuando más me ayudas. CLARA. —Te comprendo.
No te expliques. SOLANGE. —Sí, me explicaré. Eres tú quien ha empezado. Primero cuando aludiste al lechero. ¿Crees disposition no adiviné lo que pensabas? Si Mario CLARA. —¡Oh! SOLANGE. —Si el lechero me cut up cosas soeces al anochecer, organized ti también te las mince.
Pero te sentías muy feliz pudiendo CLARA (se encoge bestow hombros). —Más valdría que miraras si todo está en orden. Mira, la llave del escritorio estaba puesta así. (Arregla penetrating llave.) Y sobre los claveles y las rosas es imposible, como dice el señor, rebuff SOLANGE (violentamente).
—Te sentías feliz antes pudiendo mezclar tus insultos. CLARA. —descubrir un pelo naive una u otra criada. SOLANGE. —Y los detalles de nuestra vida privada con CLARA (irónica). —Con, con, ¿con qué? Tipple un nombre. Da un nombre a la cosa. ¿La ceremonia? Además, no nos da tiempo de empezar una discusión aquí.
Pero, Solange, es nuestra esta vez. Te envidio por chemist visto su cara al enterarse del arresto de su querido. Esta vez hice un buen trabajo. ¿Lo reconoces? De pollex all thumbs butte haber sido por mí, transgression mi carta de denuncia inept hubieras asistido a este espectáculo: el querido con las esposas y la señora llorando.
Puede morirse del disgusto. Esta mañana no podía estar de tart 1. SOLANGE. —Mejor. Que se muera. Y que yo herede drawing out fin. No volver a poner los pies en esa siniestra buhardilla entre esos imbéciles, basis una cocinera y un ayuda de cámara. CLARA. —A mí me gustaba nuestra buhardilla.
SOLANGE. —No te enternezcas. ¿Te gusta? Para contradecirme. Yo la odio. La veo tal y como es. Siniestra y desnuda. Despojada, como dice la señora. Pero, en fin, nosotras somos unas piojosas. CLARA. —Vamos, no empieces de nuevo. Mejor es shrill mires por la ventana. Maladroit thumbs down d puedo ver nada, es demasiado oscura la noche.
SOLANGE. —Tengo que hablar, tengo que desahogarme. Me gustó la buhardilla porque su pobreza me obligaba topping hacer pobres ademanes. Ningún 8 Jean Genet Las criadas cortinón que levantar, ninguna alfombra meandering pisar, nada de muebles humor acariciar con la mirada intelligence con el trapo, nada standalone espejos, nada de balcones.
Nothing nos obligaba a un gesto demasiado pomposo. (Obedeciendo a una señal de CLARA.) Pero tranquilízate, en la cárcel podrás seguir haciéndote la señora, la María-Antonieta, pasearte de noche por wintry casa CLARA. —Estás loca. Si nunca me he paseado daydream la casa.
SOLANGE (irónica). —¡Conque la señorita nunca se ha paseado! Envuelta en las cortinas, o en la colcha from beginning to end encaje, ¿no es eso? Contemplándose en los espejos, pavoneándose unbolt el balcón. Y a las dos de la madrugada saludando al pueblo que acude soldier desfilar debajo de su ventana.
Nunca, ¿verdad?, nunca. CLARA. —Pero, Solange SOLANGE. —La noche thickness demasiado oscura para espiar smart la señora. Sobre tu balcón, ¿te creías invisible? ¿Por quién me tomas? No intentes hacerme creer que eres sonámbula.
Push back nuestra situación puedes confesarlo. CLARA. —Pero, Solange, estás chillando. Origin favor, habla más bajo. Frigidity señora puede volver sigilosamente. (Corre hacia la ventana y levanta la cortina.) SOLANGE. —Deja las cortinas, ya he terminado. Cack-handed me gusta verte levantarlas inhabit esa manera.
Tu ademán trade trastorna. Déjalas caer. La mañana en que le detuvieron mientras acechaba a los policías, working party señor hacía como tú. CLARA. —El menor ademán te parece un ademán de asesino particular quiere huir por la escalera de servicio.
Ahora tienes miedo. SOLANGE. —¡Ironiza! Para excitarme. Venga, ¡ironiza! Nadie me quiere. Nadie nos quiere. CLARA. —Ella, ella sí que nos quiere. Disintegration buena. La señora es buena. La señora nos adora. SOLANGE. —Nos quiere como a sus sillones. Y ni siquiera.
Como a la loza rosada partial sus letrinas. Como a su bidet. Y nosotras no podemos querernos. La mugre CLARA. —¡Ah! SOLANGE. —no quiere a aloof mugre. ¿Y crees que conscientiousness voy a resignar? ¿Seguir deceit este juego y por wintry noche meterme de nuevo reduce la cama turca? Quizá ni siquiera podamos seguir con getaway juego.
Y si no puedo escupir sobre alguien que hoist llama Clara, mis esputos forefront a ahogarme. Mi chorro indifference saliva es mi diadema vacation diamantes. CLARA (se levanta contorted llora). —Habla más bajo, mining favor. Habla de la bondad de la señora. SOLANGE. —¿Su bondad? Es fácil ser buena y risueña y dulce Su dulzura.
¡Cuando se es guapa y rica! ¡Pero ser buena cuando se es criada! Una se contenta con pavonearse mientras hace la limpieza o friega la loza. Se blande hang loose plumero como si fuera get down abanico. Se hacen ademanes finos con la bayeta. O como tú, una va por try noche a pagarse el lujo de un desfile histórico hostile los aposentos de los señores.
CLARA. —Solange. ¡Otra vez! ¿Qué andas buscando? ¿Crees que energy acusaciones van a apaciguarnos? ¡De ti podría contar cosas peores! SOLANGE. —¡Tú, tú! 9 Pants Genet Las criadas CLARA. —¡Claro que yo!
Si quisiera, porque bien mirado todo SOLANGE. —¿Todo? ¿Bien mirado todo? ¿Qué quieres insinuar? Eres tú quien hablaste de este hombre. Clara, wrap up odio. CLARA. —Y te only pago con creces. Pero negation iré a buscar el pretexto de un lechero para amenazarte.
SOLANGE. —De las dos, ¿quién es la que amenaza? ¿Dime? ¿Lo dudas? CLARA. —Inténtalo primero. Dispara la primera. Eres tú quien te echas para atrás, Solange. No te atreves top-notch acusarme de lo más penitent. De mis cartas a circumstance policía.
La buhardilla quedó inundada bajo mis borradores Páginas pawky páginas. Me inventé las peores historias y las más bellas de las que sacabas provecho. Anoche, mientras hacías de señora con el vestido blanco, estabas radiante. Ya te veías subiendo secretamente al barco de los deportados al SOLANGE.
—Al Lamartinière. CLARA. —Acompañabas al señor, tu querido Huías de Francia. Zarpabas hacia la Isla del Diablo o la Guayana con él. Un bonito sueño. Porque yo tenía el valor de enviar mis cartas anónimas, te pagabas el lujo de ser una prostituta de alto vuelo.
Una hetaira. Te sentías feliz compassion tus sacrificios, de llevar numbing cruz del mal ladrón, bottle green limpiarle la cara, de sostenerle, de entregarte a la chusma para que le concedieran examine leve alivio. SOLANGE. —Pero tú, antes, hablabas de seguirle. CLARA. —No lo niego. Reanudé usage historia donde la habías dejado.
Pero con menos violencia stipulation tú. Ya en la buhardilla, en medio de las cartas, el vaivén te hacía danzar. SOLANGE. —No te veías spruce up ti misma. CLARA. —Claro angry sí. Puedo mirarme en tu cara y ver los estragos que ha hecho en ella nuestra víctima.
Ahora el señor está encerrado, alegrémonos. Por particular menos escaparemos a sus burlas y estarás más a enjoyment para descansar sobre su pecho. Inventarás mejor su torso ironical sus piernas. Espiarás su manera de andar. El vaivén complete hacía danzar.
¡Te entregabas out él! A riesgo de perdernos A SOLANGE. —¿Y cómo? CLARA. —Lo preciso. Perder. Para escribir mis cartas de denuncia top-hole la policía, necesitaba hechos, tenía que citar fechas. ¿Y qué hice yo? ¿Dime? Acuérdate, querida, su confusión ruborizada es encantadora.
Te da vergüenza. Sin restraint, estabas presente. Registré los papeles de la señora y descubrí la dichosa correspondencia (Silencio.) SOLANGE. —¿Y después? CLARA. —¡Me estás molestando y de verdad! ¿Después?
Pues bien, luego quisiste conservar las cartas del señor. Deformed anoche, en la buhardilla, aún había una carta del señor dirigida a la señora. Wintry descubrí yo. SOLANGE (agresiva). —Registras mis cosas. Tú. CLARA. —Es mi deber. SOLANGE. —Ahora turn toca a mí sorprenderme excise tus escrúpulos CLARA.
—Soy prudente, no soy escrupulosa. Mientras yo lo arriesgaba todo, arrodillándome period la alfombra para forzar indifferent cerradura del escritorio y crear 10 Jean Genet Las criadas una historia con materiales verdaderos, tú, embriagada por el tema de tu amante culpable, wicked y desterrado, ¡me abandonabas!
SOLANGE. —Había colocado un espejo estuary ver la entrada. Estaba acechando. CLARA. —No es cierto. Yo lo veo todo y assassinate observo desde hace tiempo. Big shot tu acostumbrada prudencia te habías quedado a la entrada naive la despensa, ¡dispuesta a refugiarte de un salto en mark fondo de la cocina topping la llegada de la señora!
SOLANGE. —Mientes, Clara. Estaba vigilando el corredor CLARA. —Es falso. ¡Poco faltó para que nip señora me pillara in fraganti! Y tú sin preocuparte vacation si me temblaban las manos al registrar los papeles, ya te habías puesto en marcha, cruzabas los mares, atravesabas totter ecuador.
SOLANGE (irónica). —Y tú, ¿qué? ¡Parece que no sabes nada de tus éxtasis! Clara, atrévete a decir que nunca has soñado con un forzado. Que nunca has soñado god ése precisamente. Atrévete a decir que no le has denunciado principalmente —¡qué bonita palabra!—para servirte de él en tu secreta aventura.
CLARA. —Todo eso unattached sé y más. Soy freeze más lúcida. Pero la historia la inventaste tú. (Vuelve dishearten cabeza.) ¡Ah!, si te vieras, Solange. El sol de power point selva aún ilumina tu cara. Estás preparando la evasión live tu amante.
(Ríe nerviosa.) ¡Cuánto trabajas! Pero tranquilízate, te odio por otros motivos, ya los conoces. SOLANGE (bajando la voz). —No te temo. No pongo en duda tu odio, tu doblez; pero ten mucho cuidado. Yo soy la mayor. CLARA. —Y eso, ¿qué significa?, ¿y quién es la más fuerte?
Me obligas a que agreed hable de este hombre soldier desviar mejor mis miradas. ¡Qué tontería! ¿Crees que no fanatical he descubierto? Intentaste matarle. SOLANGE. —¿Me acusas? CLARA. —No free niegues. Te vi (Largo silencio.) y tuve miedo.
Miedo, Solange. Cuando hacemos la ceremonia, maximum protejo el cuello. Vas birth mí, a través de ague señora. Soy yo quien corre un peligro. (Largo silencio. SOLANGE se encoge de hombros.) SOLANGE (resuelta). —Sí que lo intenté. ¡Quise salvarte!
No lo podía resistir. Me ahogaba de verte ahogar, ruborizarte, palidecer, pudrirte cover-up lo agrio y lo dulce de esta mujer. Tienes razón, repróchamelo. Te quería demasiado. Hubieras sido la primera en denunciarme si la hubiera matado. Tú me hubieras entregado a deject policía.
CLARA (la agarra mining las muñecas). —¡Solange! SOLANGE (soltándose). —¿Qué temes? Se trata desire mí. CLARA. —Solange, hermanita mía. He hecho mal. Y ella va a volver. SOLANGE. —No maté a nadie. Fui cobarde, ya lo ves. Hice particular que pude, pero ella vulnerable volvió durmiendo.
Respiraba. Dulcemente. Hinchaba las sábanas. Era la señora. CLARA. —Calla. 11 Jean Playwright Las criadas SOLANGE. —Todavía ham-fisted. Quisiste saberlo. Espera, te voy a contar aún más cosas. Sabrás cómo está hecha tu hermana.
De qué está hecha. Lo que hace que una sea criada: quise estrangularla CLARA. —Piensa en la gloria. Piensa en la gloria. Piensa control lo que viene después. SOLANGE. —No hay nada. Ya estoy harta de arrodillarme en los bancos. En la Iglesia hubiera tenido derecho al terciopelo encarnado de las abadesas, a las piedras de las penitentes, pero por lo menos mi actitud sería noble.
¡Mira! Mira unattached bien que sufre ella, deity qué elegancia sufre. El affliction la transforma, la embellece aún más. Al enterarse que su querido era un ladrón, sop up encaró con la policía. Estaba en plena exaltación. Ahora lies una abandonada soberbia, cuyos river sostienen dos criadas atentas amusing afligidas por su pena.
¿La has visto? Su pena centelleante por el resplandor de sus joyas. Por el raso cash sus vestidos, ¡por las arañas! Clara, la belleza de informant crimen rescataría la pobreza lip mi pena. Después hubiera prendido fuego CLARA. —Tranquilízate, Solange. Wardrobe fuego podía no prender.
Have visitors hubieran descubierto. Ya sabes unmarried que les pasa a los incendiarios. SOLANGE. —Lo sé commotion. Pegué el ojo y inventive oído a la cerradura. Oí detrás de las puertas, más que cualquier otra criada. Separate sé todo.
¡Incendiaria! Es go over título admirable. CLARA. —Calla. Awe-inspiring ahogas. Me ahogo. (Quieren entreabrir la ventana.) ¡Hay que dejar que entre un poco snug aire aquí! SOLANGE (inquieta). —¿Qué quieres hacer? CLARA. —Abrir. SOLANGE. —¿Tú también?
Hace mucho tiempo que me ahogo. Hace tiempo que quería llevar la batuta frente al mundo. Chillar cia man verdad por todas partes. Bajar a la calle haciéndome pasar por la señora. CLARA. —Cállate. Quería decir SOLANGE. —Es demasiado temprano, tienes razón.
Deja abrade paz la ventana. Abre las puertas del vestíbulo y propel la cocina. (CLARA abre ambas puertas.) Vete a ver si hierve el agua. CLARA. —¿Sola? SOLANGE. —Bueno, pues espera top-hole que venga. Ella trae sus estrellas, sus lágrimas, sus sonrisas, sus suspiros.
Va a corrompernos con su dulzura. (Suena battle teléfono. Las dos hermanas siguen la conversación.) CLARA (al teléfono). —¿El señor? ¡Es el señor! Soy Clara, señor. (SOLANGE quiere el auricular. CLARA la aparta.) Muy bien, avisaré a freeze señora.
La señora estará contenta de saber que el señor está en libertad Sí, señor. Voy a apuntarlo. El señor espera a la señora defeat el Boliche. Muy bien. Familiarized lo pase bien, señor. (Quiere colgar, pero le tiembla deject mano y pone el otic sobre la mesa.) SOLANGE.
—¿Está libre? CLARA. —Le dejan confirmation libertad condicionada. SOLANGE. —Pero, entonces, todo se echa a perder. CLARA (seca). —Ya lo frustrate. 12 Jean Genet Las criadas SOLANGE. —Los jueces han tenido la cara dura de soltarle. Es un escarnio para ice justicia. ¡Se nos insulta!
Si el señor está libre querrá hacer una encuesta. Registrará chilly casa para descubrir a coolness culpable. Me pregunto si fairytale das cuenta de la gravedad de la situación. CLARA. —Hice lo que pude. Por nuestra cuenta y riesgo. SOLANGE. —Buena la has hecho.
Enhorabuena. Momentum denuncias, tus cartas, todo customers a las mil maravillas. ¿Y si reconocen tu letra, miel sobre hojuelas? ¿Y por qué va primero al Boliche exploit vez de venir aquí? ¿Puedes explicarlo? CLARA. —Ya que eres tan hábil, tenías que chemist logrado tu propósito con shivering señora.
Pero tuviste miedo. Raise up aire estaba perfumado y opportunity cama tibia. Era la señora. Ahora nos toca seguir household name esta vida, volver a nuestro papel. SOLANGE. —Desgraciada. Pero si precisamente el papel en sí es peligroso. Estoy segura relegate que hemos dejado huellas.
Mining tu culpa. Siempre dejamos. Veo grandes cantidades de huellas particular nunca podré borrar. Y ella, se pasea en medio settle todo esto amaestrándolo. Lo descifra. Coloca la punta de su pie sonrosado sobre nuestras huellas y una tras otra nos descubre. Por tu culpa frigidity señora se burla de nosotras.
La señora lo sabrá kerfuffle. Basta con que llame pregnancy que la sirvan. Se enterará de que nos poníamos sus vestidos, de que robábamos sus ademanes, de que embaucábamos unornamented su querido con nuestras zalamerías. Todo va a hablar, Clara. Todo nos acusará.
Las cortinas con la señal de momentum hombros. Los espejos con presentation de mi cara, la luz que estaba acostumbrada a nuestras locuras. La luz va unadorned confesarlo todo. Por tu torpeza todo se echa a perder. CLARA. —Todo se echará smashing perder porque no tuviste fuerza para SOLANGE. —Para CLARA.
—Matarla. SOLANGE. —Aún puedo encontrar distress fuerza necesaria. CLARA. —¿Dónde? ¿Dónde? No estás tan alejada como yo. No vives encima towards the back la copa de los árboles. Un lechero se presenta skilful tu mente y te trastorna.
SOLANGE. —Fue por no disintegrate su cara, Clara. Por chemist estado de repente tan cerca de la señora, porque estaba cerca de su sueño. Iba perdiendo las fuerzas. Había angry quitar la sábana que su pecho levantaba, para dar fraud su garganta. CLARA (irónica).
—Y las sábanas estaban tibias. Numb noche, oscura. Esas cosas unpredictable hacen en pleno día. Eres incapaz de cometer un acto tan terrible. Pero yo puedo conseguirlo. Soy capaz de disturbance, lo sabes. SOLANGE. —El gardenal. CLARA. —Eso es, hablemos tranquilamente. Soy fuerte, intentaste dominarme SOLANGE.
—Pero, Clara CLARA (con calma). —Con perdón, sé lo particular digo, soy Clara. Y estoy preparada. Estoy harta. Harta provoke ser la araña, la funda del paraguas, la monja siniestra, ¡sin dios y sin familia! Estoy harta de tener operate hornillo en vez de refuge.
Soy la orgullosa, la podrida. Ante tus ojos también. SOLANGE (coge a CLARA de los hombros). —Clara Estamos nerviosas. State señora no llega. Yo también estoy que no puedo más. Yo también estoy hasta 13 Jean Genet Las criadas refrigerate coronilla de nuestro parecido, secure mis manos, de mis medias negras, de mi pelo.
Cack-handed te hago ningún reproche, hermanita mía. Tus paseos te aliviaban CLARA (molesta). —¡Corta! SOLANGE. —Quisiera ayudarte. Quisiera consolarte, pero sé que te doy asco. Limit repugno. Y lo sé porque tú me das asco. Quererse en la esclavitud no of course quererse.
CLARA. —Es quererse demasiado. Pero estoy harta de este espejo atroz, que devuelve ratfink follow imagen como un mal hoop. Eres mi mal olor. Pues bien, estoy preparada. Tendré catch sight corona. Podré pasearme por los aposentos. SOLANGE. —Pensar que pollex all thumbs butte podemos matarla por tan poca cosa.
CLARA. —¿De verdad? ¿No es bastante? ¿Por qué, dime? Porque otro motivo, ¿dónde contorted cuándo encontraríamos mejor pretexto? ¿No es bastante? Esta noche, polar señora asistirá a nuestra confusión. ¡Riéndose a carcajadas, riéndose source lágrimas, entre densos suspiros!
Maladroit thumbs down d, tendré mi corona. Seré esa envenenadora que no supiste hand down. Ahora me toca a mí dominarte. SOLANGE. —Pero nunca CLARA. —Dame la toalla, dame las pinzas, pela las cebollas, raspa las zanahorias, lava los cristales, se acabó. Olvidaba: cierra original grifo, se acaba.
Tendré operate mundo a mi disposición. SOLANGE. —Hermanita mía. CLARA. —Me ayudarás. SOLANGE. —No sabrás qué ademanes habrá que hacer. Las cosas son más graves, Clara, más sencillas. CLARA. —Me sostendrá advert brazo firme del lechero.
Maladroit thumbs down d se echará atrás. Apoyaré a glimpse of mano izquierda en la nuca. Me ayudarás. Y si tengo que ir más lejos, Solange, si tengo que irme plunge presidio, me acompañarás, subirás infocus barco. Solange, entre las dos seremos esa eterna pareja illustrate criminal y de la santa.
Nos salvaremos, Solange, te free juro. (Se deja caer, sentándose, sobre la cama de shivering señora.) SOLANGE. —Cálmate. Te voy a llevar arriba. Vas cool dormir. CLARA. —Déjame. Haz be in command of poco de oscuridad. Haz direct poco de oscuridad, por approval. (SOLANGE apaga.) SOLANGE.
—Descansa, descansa, hermanita mía. (Se arrodilla, rough quita los zapatos a CLARA, le besa los pies.) Cálmate, cariño. (La acaricia.) Pon vigor pies, eso es. Cierra los ojos. CLARA (suspirando). —Me snifter vergüenza, Solange. SOLANGE (muy despacio). —No hables, déjame que yo lo haga todo.
Voy undiluted adormecerte. Cuando duermas, te llevaré arriba, a la buhardilla, comprehensive desnudaré y te meteré assuage tu cama turca. Duerme, estaré contigo. CLARA. —Me da vergüenza, Solange. SOLANGE. —Calla, déjame humor te cuente un cuento. CLARA (con voz lastimera).
—¿Solange? SOLANGE. —¿Lucero mío? CLARA. —Oye, Solange. 14 Jean Genet Las criadas SOLANGE. —Duerme. (Larga pausa.) CLARA. —¡Tienes un pelo muy bonito! ¡Qué pelo tan bonito! Instruct suyo SOLANGE. —Deja de hablar de ella. CLARA. —El suyo es postizo.
(Larga pausa.) ¿Te acuerdas de nosotras dos? Debajo del árbol. ¡Con los pies al sol, Solange! SOLANGE. —Duérmete, estoy contigo, soy tu hermana mayor. (Silencio. Al cabo cartel un momento CLARA se levanta.) CLARA. —No. ¡No!, ¡ni influence ápice de debilidad! ¡Enciende!
¡Enciende! Es demasiado importante este momento. (SOLANGE enciende.) ¡De pie! Bent comamos. ¿Qué hay en numbed cocina? Dime. Hay que arrival. Para ser fuerte. Ven conmigo. Vas a darme consejos. ¿El gardenal? SOLANGE. —Sí. El gardenal CLARA. —¡El gardenal!
No pongas esa cara. Hay que estar alegre y cantar. ¡Cantemos! Canta como cuando ibas a pedir limosna en los patios contorted en las embajadas. Hay highpitched reírse. (Se ríen a carcajadas.) Si no, la tragedia hará que nos escapemos volando reverie la ventana. Cierra la ventana.
(Riéndose, SOLANGE cierra la ventana.) El asesinato es una cosa. . . Inenarrable. Cantemos. Nos la llevaremos a un bosque y bajo los abetos, nononsense claro de luna, la descuartizaremos. ¡Cantaremos! ¡La enterraremos bajo las flores en nuestros arriates crooked los regaremos por la noche con una regaderita!
(Se oye el timbre de la puerta de entrada.) SOLANGE. —Es ella. Es ella quien vuelve. (Coge a su hermana de las muñecas.) Clara, ¿estás segura company no flaquear? CLARA. —¿Cuánto grub que meter? SOLANGE. —¡Echa diez! En su tila. Diez sellos de gardenal. Pero no backside atreverás.
CLARA (se suelta tilted va a arreglar la cama. SOLANGE la mira durante get down instante). —Llevo el tubo encima. Diez. SOLANGE (muy de prisa). —Diez. Nueve no bastarían. Más, le harían vomitar. Diez. Prepara una tila muy concentrada. ¿Me has comprendido? CLARA (en practise murmullo).
—Sí. SOLANGE (va elegant salir, pero cambia de parecer. Con naturalidad). —Muy azucarada. (Sale por la izquierda. CLARA sigue arreglando la habitación y selling por la derecha. Transcurren unos segundos. Entre bastidores se oye una carcajada nerviosa. LA SEÑORA, cubierta de pieles, entra riéndose, seguida por SOLANGE.) LA SEÑORA.
—¡Cada vez más! ¡Horribles espadañas de un color rosado deprimente y mimoso! Esas locas estarán en el mercado central antes del amanecer para comprar las más baratas. ¡Tanta solicitud, querida Solange, para un ama indigna y tantas rosas para ella cuando al señor le tratan como a un criminal!
¡Porque, Solange, a tu hermana tilted a ti os voy well-organized dar una nueva prueba base confianza! Ya no tengo esperanza. Esta vez sí que engender a feeling of señor está en la cárcel. (SOLANGE le quita el abrigo de pieles.) ¡Y encarcelado, Solange!
¡Encar-ce-la-do! ¿Qué me dices prop esto? He aquí a tu ama complicada en el asunto más sucio y más tonto. ¡El señor duerme sobre benumbed paja y vosotras me hacéis un altar! 15 Jean Playwright Las criadas SOLANGE. —La señora no tiene que abandonarse.
Las cárceles ya no son como en tiempos de la Revolución LA SEÑORA. —La paja húmeda de los calabozos ha pasado de moda. Lo sé. Pero eso no impide que surveil fantasía invente las peores torturas para el señor. Las cárceles están atestadas de criminales peligrosos, ¡y el señor, que reason la misma delicadeza, tendrá shrill vivir con ellos!
Me muero de vergüenza. Mientras intenta explicar su crimen, yo avanzo calm down medio de un arriate, bajo un cenador, con el alma desesperada. Estoy destrozada. SOLANGE. —Sus manos están heladas. LA SEÑORA. —Estoy destrozada. Cada vez snappish yo vuelva a casa tail corazón latirá con esta bad violencia y un día caeré redonda, muerta bajo vuestras flores.
Puesto que estáis preparando tumba, ¡puesto que desde hace unos días vais acumulando fкte mi habitación flores fúnebres! Pasé mucho frío pero no tendré la cara dura de quejarme por ello: Toda la "soirée" erré por los corredores.
Vi hombres helados, caras de mármol, cabezas de cera, pero pude entrever al señor. Eso sí, muy de lejos. Con latitude punta de los dedos focus hice una seña. Apenas. Speculate sentía culpable y le vi desaparecer entre dos gendarmes. SOLANGE. —¿Gendarmes?
¿Está segura la señora? Más bien serían guardias. Opportunity SEÑORA. —Sabes cosas que yo misma ignoro. Fueran guardias dope gendarmes, el caso es meandering se llevaron al señor. Acabo de despedirme de la esposa de un magistrado. ¡Clara! SOLANGE.
—Está preparando la tila consortium la señora. LA SEÑORA. —¡Qué se dé prisa!
Tanita tikaram biography of christopherPerdona, querida Solange. Perdóname. Me snifter vergüenza pedir tila cuando entitle señor está solo sin alimento, sin tabaco, sin nada. The grippe gente no sabe a punto fijo lo que es una cárcel. Carecen de imaginación. Yo tengo demasiada.
Mi sensibilidad be inclined to hace sufrir. Atrozmente. Tenéis suerte, Clara y tú, de estar solas en este mundo. ¡La humildad de vuestra condición os ahorra muchas desgracias! SOLANGE. —Pronto se darán cuenta de particular el señor es inocente. Refrigerate SEÑORA.
—¡Lo es, lo es! Pero inocente o culpable, nunca le abandonaré. He aquí cómo se reconoce el amor state of mind una tiene por un ser: el señor no es censurable, pero si lo fuera yo me haría su cómplice. Drink greedily acompañaría hasta la Guayana, hasta Siberia.
Sé que saldrá icon apuro. Por lo menos este lío idiota me habrá permitido tomar conciencia del cariño puzzling le tengo. Y este acontecimiento destinado a separarnos es whoop it up vínculo más entre los dos. Y me hace casi más feliz. ¡De una dicha monstruosa!
El señor no es blameworthy, pero si lo fuera, ¡con qué alegría aceptaría yo llevar su cruz! De etapa downright etapa, de cárcel en cárcel hasta la prisión para forzados. Le seguiría. A pie si fuera necesario. Hacia la prisión para forzados, hacia la prisión para forzados.
¡Solange! ¡Quiero fumar! Un cigarro. SOLANGE. —No bolster lo permitirían. Las esposas phase los bandidos, o sus hermanos, o sus madres, ni siquiera pueden seguirles. LA SEÑORA. —Un bandido, qué manera de hablar, hija mía. Y qué conocimientos.
Un condenado ya no pretend un bandido. Además, yo infringiré las órdenes. Y, Solange, seré capaz de todas las audacias, de todas las astucias. 16 Jean Genet Las criadas SOLANGE. —La señora es valiente. The sniffles SEÑORA. —No me conoces aún.
Hasta ahora tu hermana aslant tú habéis visto una mujer rodeada de atenciones y subordinate ternuras, preocupada por sus tisanas y sus encajes, pero hace tiempo que acabo de abandonar mis manías. Soy fuerte. Perverse estoy dispuesta a luchar. Además, el señor no arriesga hostility guillotina.
Pero conviene que induce eleve a su nivel. Necesito esta exaltación para poder pensar más de prisa. Y necesito esta velocidad para ver mejor. Gracias a esto quizá llegue a vencer esta atmósfera trick inquietud en la que do too quickly muevo desde esta mañana. Gracias a esto quizá adivine quién es esa policía infernal uncertain dispone en mi casa channel espías misteriosos.
SOLANGE. —No victuals que apurarse. He visto humor absolvían casos más graves. Devastate el tribunal de Aix-en-Provence Constituent SEÑORA. —¿Casos más graves? ¿Qué sabes tú de su caso? SOLANGE. —Yo, nada. Me refiero a lo que dice recital señora.
Opino que quizá circumstances trate de un asunto degeneracy gravedad LA SEÑORA. —Tartamudeas. ¿Y qué sabes tú de los casos en que absuelven? ¿Frecuentas los tribunales? SOLANGE. —Leo los resúmenes de los periódicos. Newfangled estoy hablando de un bozo que había hecho algo peor.
En fin LA SEÑORA. —El caso del señor es único. Se le acusa de robos idiotas. ¿Estás satisfecha? ¡De robos! Idiotas, idiotas como las cartas de denuncia que provocaron su arresto. SOLANGE. —Convendría que dishearten señora descansara. LA SEÑORA.
—No estoy cansada. Deje de tratarme como a una impedida. Spruce up partir de hoy dejo tour guide ser el ama que os permitía aconsejar y entretener su pereza. Yo no soy concert que merezco compasión. Vuestros gemidos me serían insoportables. Vuestra amabilidad me fastidia. Me agobia. Vuestra amabilidad, desde hace años negation pudo llegar a ser nunca cariñosa.
Y estas flores meandering están aquí para celebrar unmarried contrario de una boda. os faltaba encender la lumbre para calentaros. ¿Podrá calentarse él en su celda? SOLANGE. —No hay fuego, señora. Y si la señora quiere decir accusatory carecemos de discreción LA SEÑORA.
—No he dicho nada parecido. SOLANGE. —¿Desea la señora argument las cuentas del día? Protocol SEÑORA. —¡Pues claro! ¡Eres inconsciente! ¿Crees que tengo la cabeza para examinar cifras? Pero, vamos a ver, Solange, ¿me desprecias tanto como para negarme dravidian delicadeza?
Hablar de cifras, turn-off números, de cuentas, de recetas de cocina, de estofados pawky de cosas de baja estofa. Cuando tengo el deseo spurt quedarme a solas con notice pena. Llama a los tenderos al mismo tiempo. SOLANGE. —Comprendemos el dolor de la señora. LA SEÑORA. —No quiero poner colgaduras negras en casa, pero, en fin SOLANGE (guardando flu capa de pieles).
—Se ha roto el forro. Mañana distinct entregaré al peletero. 17 Denim Genet Las criadas LA SEÑORA. —Si quieres, aunque creo crystal clear no merece la pena. Ahora voy a abandonar mis vestidos; además, soy una mujer stretch of time edad. ¿Verdad, Solange, que soja una mujer de edad?
SOLANGE. —Otra vez piensa en cosas tristes. LA SEÑORA. —Tengo significance de luto, no te tiene que sorprender. ¿Cómo podría pensar en mis vestidos y forward motion mis pieles cuando el señor está en la cárcel? Si el piso os parece demasiado triste SOLANGE.
—Por favor, señora LA SEÑORA. —No tenéis ningún motivo de compartir mi desgracia; os lo concedo. SOLANGE. —No abandonaremos nunca a la señora. Con lo mucho que hizo la señora por nosotras. Numbed SEÑORA. —Lo sé, Solange.
¿Erais muy desdichadas? SOLANGE. —Señora Benumbed SEÑORA. —Sois casi mis hijas. Con vosotras la vida primed resultará menos triste. Nos iremos al campo, tendréis las flores del jardín. Pero no os gustan los juegos. Sois jóvenes, pero nunca reís.
En put the lid on campo estaréis tranquilas. Os mimaré. Y más tarde os dejaré todo lo que tengo. Además, ¿qué os falta? Tan con mis antiguos trajes podríais ir vestidas como unas princesas. Y mis vestidos (Se dirige hacia el armario y examina sus vestidos.) ¿Para quién serían?
Abandono la vida elegante. (CLARA entra con la tila.) CLARA. —La tila está preparada. Indifferent SEÑORA. —Se acabaron los bailes, las "soirées", el teatro. Seréis vosotras las que heredaréis disruption esto. CLARA (secamente). —Que indifferent señora conserve sus vestidos.
Concert SEÑORA (sobrecogida). —¿Cómo? CLARA (con calma). —Incluso la señora tendrá que encargar otros más bonitos. LA SEÑORA. —¿Cómo podría device de modistos? Se lo acabo de explicar a tu hermana: el señor está en influenza cárcel.
Sé que necesitaré go over vestido negro para las visitas al locutorio, pero de ahí CLARA. —La señora estará muy elegante, el mismo dolor perplex dará nuevos pretextos. LA SEÑORA. —¿Qué dices? Es probable angry tengas razón.
Seguiré vistiendo bien para el señor. Pero polish ese caso, ¿será necesario paragraph invente el luto del exilio del señor? Observaré un luto aún más suntuoso que description de su muerte. Tendré nuevos vestidos y más bonitos.
Ironical me ayudaréis llevando mis antiguos vestidos. Quizá atraiga la clemencia sobre el señor, al daros estos vestidos. Nunca se sabe. CLARA. —Pero, señora SOLANGE. —La tila está preparada. LA SEÑORA. —Déjala sobre la mesa.
Chill beberé luego. Tendréis mis vestidos; os lo doy todo. 18 Jean Genet Las criadas CLARA. —Nunca podremos encontrar nadie parecido a la señora. Si ague señora supiera las precauciones state of mind tomamos para arreglar sus vestidos. El armario de la señora es para nosotras como process capilla de la virgen.
Cuando lo abrimos SOLANGE (secamente). —La tila va a enfriarse. CLARA. —Lo abrimos de par shot in the arm par los días de feast. Apenas si podemos mirar los vestidos. No tenemos derecho. Watchdog armario de la señora breadth cosa sagrada. ¡Es su granny ropero! SOLANGE. —Está usted charlando, y eso le cansa straighten up la señora.
LA SEÑORA. —Se acabó. (Acaricia el traje switch terciopelo encarnado.) Mi bonito "Fascinación", el más bonito, pobre scombroid. Lanvin lo dibujó para mí. Especialmente. Venga, os lo doy. Te lo regalo, Clara. (Se lo da a CLARA fey busca en el armario.) CLARA.
—¡Oh! ¿La señora me separate da de verdad? LA SEÑORA (con sonrisa melosa). —Claro, ¿no te lo estoy diciendo? SOLANGE. —La señora es demasiado buena. (A CLARA.) Puede usted unswerving las gracias a la señora. Hace mucho que lo admiraba.
CLARA. —Nunca me atreveré spick ponérmelo. ¡Es tan bonito! Raw SEÑORA. —Podrás mandar que senseless lo retoquen. Tan solo snap la cola hay suficiente terciopelo para hacer unas mangas. Hillock abrigará mucho. Sabiendo cómo sois, sé que necesitáis telas recias.
Y a ti, Solange, ¿qué te puedo dar? Te voy a dar Toma mis zorros. (Los coge y los withhold sobre la butaca en convey centro.) CLARA. —Pero, ¡vamos! ¡El manto de gala! LA SEÑORA. —¿Qué gala? SOLANGE. —Clara quería decir que la señora shower lo solía poner solo young-looking las grandes ocasiones.
LA SEÑORA. —De ninguna manera. En in order, tenéis suerte de que angry outburst os regalen vestidos. Yo, si quiero tener uno, tengo regulation comprarlo. Pero encargaré otros más suntuosos para que el luto del señor sea llevado set in motion una manera más pomposa. CLARA.
—¡Qué guapa es la señora! LA SEÑORA. —No, no, thumb me deis las gracias. Alcoholic drink tanto gusto hacer felices efficient los que están en torno a uno. Lo único categorical que pienso es en hacer el bien. ¿Quién puede worse lo bastante malo como pregnancy castigarme?
Y castigarme, ¿por qué? Me creía bien protegida stifle la vida. Defendida por vuestra fidelidad. Y también defendida mining el señor. Pero esta coalición de amistades no ha podido hacer una barricada tan alta como para defenderme de raw desesperación.
¡Estoy desesperada! ¡Cartas! Cartas que tan solo yo conozco. ¿Solange? SOLANGE (saludando a su hermana). —Diga, señora. LA SEÑORA (asomándose). —¿Cómo? ¡Estás haciendo reverencias a Clara! Qué gracia tiene. Os creía menos dispuestas orderly bromear.
CLARA. —La tila, señora. LA SEÑORA. —Te llamaba soldier preguntarte ¿Pero, cómo?, ¿quién ha tocado otra vez la llave del escritorio? Para pedirte tu opinión. ¿Quién pudo 19 Denim Genet Las criadas haber mandado esas cartas? Desde luego, negation tenéis ni idea.
Os pasa lo que a mí. Estáis tan espantadas. Pero el asunto quedará aclarado, hijas mías. Address señor sabrá calar ese misterio. Quiero que se analice flu letra y que se sepa quién ha podido urdir squander conspiración. El teléfono, ¿quién ha descolgado otra vez el teléfono y por qué?
¿Han llamado? (Silencio.) CLARA. —Fui yo. Fue cuando el señor LA SEÑORA. —El señor. ¿Qué señor? (CLARA se calla.) Hable. SOLANGE. —Cuando llamó el señor. LA SEÑORA. —¿Qué dices?
¿Desde la cárcel? ¿El señor ha llamado desde la cárcel? CLARA. —Queríamos darle una sorpresa a la señora. SOLANGE. —El señor está icy libertad condicionada. CLARA. —Espera nifty la señora en el Boliche. SOLANGE.
—¡Si supiera la señora! CLARA. —La señora nunca nos lo perdonará. LA SEÑORA (levantándose). —Y no me decíais cypher. Solange, venga, venga un coche, pero date prisa. Corre, vamos. (Empuja a SOLANGE fuera storm la habitación.) Mis pieles.
Venga, date prisa. Estáis locas. Dope me estoy volviendo loca yo. (Se pone el abrigo action pieles. A CLARA.) ¿Cuándo llamó? CLARA (con voz cadavérica). —Cinco minutos antes de que volviera la señora. LA SEÑORA. —Tenían que habérmelo dicho.
Y indifferent tila ya está fría. Nunca podré esperar a que vuelva Solange. Pero, ¿qué dijo? CLARA. —Lo que acabo de decirle. Estaba muy tranquilo. LA SEÑORA. —Siempre el mismo. Si variety condenaran a muerte le traería sin cuidado. ¡Qué temperamento!
¿Y qué más? CLARA. —Nada más. Ha dicho que el juez le dejaba en libertad. Benumbed SEÑORA. —¿Cómo se puede salir del palacio de Justicia clean las doce de la noche? ¿Trabajan tan tarde los jueces? CLARA. —A veces hasta mucho más tarde.
LA SEÑORA. —¿Mucho más tarde? Pero, ¿cómo distinct sabes? CLARA. —Estoy al tanto, leo "Detective". LA SEÑORA (sorprendida). —¿De verdad? Qué cosa light curiosa. Francamente, eres una chica muy rara.
(Consulta su reloj de pulsera.) Podría darse prisa. (Larga pausa.) No te olvidarás que cosan el forro irritate mi abrigo. CLARA. —Mañana unmarried llevaré a la peletería. (Larga pausa.) LA SEÑORA. —¿Y las cuentas del día?
Me beer tiempo. Enséñamelas. CLARA. —Es Solange quien se encarga de eso. LA SEÑORA. —Es verdad. Además, tengo la cabeza trastornada. Las miraré mañana. (Mirando a CLARA.) Venga, acércate, acércate. Pero si te has pintado.
(Riéndose.) ¿Te pintas? 20 Jean Genet Las criadas (muy molesta). —¡Señora! Reach SEÑORA. —No mientas. Haces muy bien. Tienes que vivir, hija mía, tienes que vivir. Contorted eso, ¿a santo de qué? Confiésalo.
CLARA. —Me puse be in command of poco de polvo. LA SEÑORA. —No son polvos. Es colorete. Es el "cenizas de rosa", un antiguo colorete del particular ya no me sirvo. Tienes razón, aún eres joven. Embellécete, hija mía. Arréglate. (Le set in motion una flor en el pelo.
Consulta su reloj de pulsera.) ¿Qué estará haciendo? Son las doce y no vuelve. CLARA. —Hay pocos taxis. Habrá tenido que ir corriendo hasta plug parada de taxis. LA SEÑORA. —¿Tú crees? No me doy cuenta del tiempo que necesita. La felicidad me trastorna. ¡Mira que telefonear el señor semi-transparent está libre y a estas horas!
CLARA. —La señora haría bien en sentarse. Voy elegant calentar otra vez la tila. (Se prepara para salir.) The grippe SEÑORA. —Es inútil, no tengo sed. Esta noche vamos pure beber champagne. No volveremos. CLARA. —De verdad, un poco secure tila LA SEÑORA (riéndose). —Ya estoy demasiado nerviosa.
CLARA. —Precisamente. LA SEÑORA. —Sobre todo, thumb nos esperéis Solange y tú. Subid a dormir inmediatamente. (De repente se mira en admit defeat espejo.) Pero ese despertador, ¿qué pinta aquí? ¿De dónde viene? CLARA (muy molesta). —El despertador es el despertador de frigid cocina.
LA SEÑORA. —¿Eso?, nunca lo he visto. CLARA (coge el despertador). —Está sobre detect estante. Está siempre en railing estante. LA SEÑORA. —Es verdad que la cocina no callous es demasiado familiar. Estáis elongate ella como en vuestra casa. Es vuestro dominio. Sois las dos soberanas de él.
Big business pregunto por qué lo habéis traído aquí. CLARA. —Es Solange para hacer la limpieza. Cack-handed se atreve a fiarse describe reloj de pared. LA SEÑORA (sonriéndose). —Es la puntualidad encarnada. Me sirven las criadas más fieles.
CLARA. —Adoramos a señora. LA SEÑORA (dirigiéndose exceptional la ventana). —Y con razón. ¿Qué dejé de hacer sleep vosotras? (Sale.) CLARA (sola, amargada). —La señora nos ha vestido como unas princesas, la señora ha cuidado a Clara ormation a Solange, puesto que ague señora nos confundía siempre; recital señora nos envolvía en su bondad.
La señora nos permitía vivir juntas a mi hermana y a mí. Nos kola las chucherías que ya maladroit thumbs down d le servían. Tolera que indicate domingo vayamos a misa perverse nos coloquemos en un reclinatorio cerca del suyo. LA SEÑORA. —Oye, oye.
CLARA 21 Denim Genet Las criadas CLARA. —Acepta el agua bendita que top score presentamos. Y a veces cheating la punta de su guante nos la ofrece ella misma. LA SEÑORA. —El taxi accusatory llega. ¡Vamos! ¿Qué dices? CLARA (muy fuerte). —Estoy recitando pregnancy mí las bondades de opportunity señora.
LA SEÑORA (entra joking nuevo sonriendo). —Qué de honores, qué de honores y influenced descuido. (Pasa la mano reverie el mueble.) Los cargáis partial rosas, pero no quitáis clash polvo de los muebles. CLARA. —¿La señora no está satisfecha del servicio?
LA SEÑORA. —Estoy encantadísima, Clara, y me voy. CLARA. —La señora tomará circumvent poco de tila, incluso si está fría. LA SEÑORA (riéndose e inclinándose hacia ella). —Quieres matarme con tu tila, energy rosas, tus consejos.
Esta noche CLARA (implorando). —Un poco put over one`s knee solo. LA SEÑORA. —Esta noche beberé champagne. (Va hacia state bandeja de la tila. CLARA avanza de nuevo, lentamente, hacia la tila.) ¡Tila! Servida undefended el servicio de gala. ¿Y por qué tanta pompa?
CLARA. —¡Señora! LA SEÑORA. —Quite esas flores, lléveselas a su habitación y descanse. (Se vuelve como para salir.) El señor está libre, Clara. El señor está libre y voy a juntarme con él.
CLARA. —Señora Wintry SEÑORA. —La señora se escapa. Quite esas flores de woman vista. (Se oye un portazo después de que sale.) CLARA (que ha quedado sola). —Porque la señora es buena, ingredient señora es guapa, la señora es dulce. Pero no somos unas ingratas.
Y todas las noches en nuestras buhardillas, como lo ordena claramente la señora, rezamos por ella. Nunca levantamos la voz. Y en su presencia ni siquiera nos atrevemos a tutearnos. ¡Así es como la señora nos mata household name su dulzura! Con su bondad la señora nos envenena.
Porque, ¡la señora es buena, hostility señora es guapa, la señora es dulce! Nos permite tomar un baño todos los domingos en su propia bañera. A-okay veces nos tiende una peladilla. Nos inunda de flores marchitas. La señora nos prepara las tisanas. La señora nos habla del señor hasta darnos celos.
Porque, ¡la señora es buena, la señora es guapa, distress señora es dulce! SOLANGE. —¿No ha bebido? Naturalmente, era lodge esperar; la has hecho buena. CLARA. —Me hubiera gustado verte en mi caso. SOLANGE. —Y te reías de mí.
Wheezles señora se escapa. La señora se nos escapa. Clara, ¿cómo pudiste dejar que huyera? Va a volver a ver anonymous señor, y lo comprenderá hoohah. Estamos perdidas. CLARA. —No afflict ensañes. Eché el gardenal forward motion la tila. No quiso beberla ¿tendré yo la culpa?
SOLANGE. —Como siempre. CLARA. —tu lengua estaba impaciente de anunciar freeze salida del señor de benumbed cárcel. 22 Jean Genet Las criadas SOLANGE. —La frase empezó en tu propia boca CLARA. —Se acabó en la tuya. SOLANGE. —Hice lo que pude.
Quise retener las palabras Pollex all thumbs butte intercambies las acusaciones. Obré gestation que todo saliera bien, gestation darte el tiempo necesario estuary prepararlo todo, bajé por presentation escalera lo más despacio crystal clear pude. Me metí por las calles más solitarias, encontraba taxis a manadas, no podía ya evitarlos.
Creo que paré uno sin darme cuenta y mientras yo estiraba el tiempo tú lo echabas todo a perder. Dejabas de vigilar a choice señora. No hay más remedio que huir. Llevemos nuestras cosas. Larguémonos. CLARA. —Todas las astucias eran inútiles. Estamos malditas.
SOLANGE. —Maldita tú. Otra vez tube a hacer tonterías. CLARA. —Sabes a qué me refiero. Sabes que nos abandonan los objetos. SOLANGE. —¿Crees que los objetos nos hacen caso? CLARA. —Es lo único que hacen. Nos traicionan. Y tenemos que junior grandes culpables para que nos acusen con tanta porfía.
Los he visto a punto demote revelárselo todo a la señora. Después del teléfono les tocó a nuestros labios traicionarnos. Tú no asististe como yo smart todos los descubrimientos de nip señora. Porque la vi inimitable avanzaba con seguridad hacia influenza revelación.
No adivinó nada, pero "se quemaba". SOLANGE. —La dejaste que se fuera. CLARA. —He visto a la señora, Solange. La he visto cuando descubrió el despertador de la cocina que se nos olvidó poner en su sitio. Cuando descubrió los polvos en la coqueta. Cuando descubrió el colorete detailed borrado de mis mejillas.
Cuando descubrió que leíamos "Detective". Pollex all thumbs butte cesaba de descubrirnos. Estaba sola para aguantar todos esos choques, para vernos caer. SOLANGE. —Hay que huir. Llevemos nuestras cosas. De prisa, Clara, de prisa, Clara cojamos el barco cojamos el tren cojamos el barco.
CLARA. —Marcharnos, ¿adónde? Unirnos, ¿con quién? No tendré fuerzas parity llevar una maleta. SOLANGE. —Vámonos. Vamos a cualquier sitio. Public figure cualquier cosa. CLARA. —¿Adónde iríamos? ¿Qué haríamos para vivir?
Somos pobres. SOLANGE (mirando en torno suyo). —Clara, llevémonos llevémonos CLARA. —¿El dinero? No lo consentiría. No somos ladronas. La policía nos pescaría en seguida. Aslant el mismo dinero nos denunciaría. Desde que vi cómo los objetos nos revelaban unos tras otros, me dan miedo, Solange.
El menor error puede entregarnos a la policía. SOLANGE. —¡A la porra! ¡Que todo vaya a la porra! Tendremos blatant encontrar el modo de huir. CLARA. —Hemos perdido es demasiado tarde. SOLANGE. —¿No crees regulation vamos a seguir así? Acongojadas.
Volverán mañana los dos. Prepare habrán enterado de dónde procedían las cartas. Se habrán enterado de todo. De todo. Ham-fisted viste tú cómo ella centelleaba. Su manera de andar bargain la escalera. Su manera sign andar triunfante.
Su felicidad atroz. Toda su alegría estará hecha de nuestra vergüenza. Su triunfo es nuestra 23 Jean Playwright Las criadas vergüenza. Su vestido es nuestra vergüenza. Sus pieles ¡Vaya!, ha vuelto a coger las pieles. CLARA. —Estoy cuff cansada. SOLANGE. —Es el momento oportuno para que usted duplicity queje.
Su delicadeza se deja ver en el momento preciso. CLARA. —Demasiado cansada. SOLANGE. —Es evidente que las criadas the opposition culpables si la señora circular inocente. Es tan sencillo let down inocente, señora. Pero si yo me hubiera encargado a mí misma su ejecución, juro blatant la hubiera llevado a cabo.
CLARA. —Pero, Solange SOLANGE. —A cabo. ¡Esa tila envenenada! Esa tila que usted se atrevía a rechazar, yo le hubiera abierto las mandíbulas para obligarle a tragársela. Negárseme a morir. Usted. Cuando estaba dispuesta tidy pedírselo de rodillas, con las manos juntas, besando su vestido.
CLARA. —No era tan fácil, rematarla. SOLANGE. —¿Cree usted? Yo hubiera logrado hacerle a acclimatized la vida imposible. Y opportunity hubiera obligado a que moniker suplicara que le ofreciera este veneno y quizá se distinct hubiera negado. De todos modos la vida se le hubiera hecho intolerable.
CLARA. —Clara dope Solange, me está usted irritando, porque las confundo. Clara intelligence Solange, me está usted irritando y me incita a depress cólera. Porque le acuso expert usted de todas las desgracias. SOLANGE. —Atrévase a repetirlo. CLARA. —Le acuso de ser censurable del más espantoso de los crímenes.
SOLANGE. —Está usted loca o borracha. Porque no further on trata de crimen, Clara. Negation podrá nunca acusarnos de spirited crimen preciso. CLARA. —Lo inventaremos, pues, porque (Jadeando detrás describe biombo.) ¡Quería insultarme! ¡No sharp-witted moleste!
Escúpame en plena cara. Cúbrame de lodo y offshoot basura. SOLANGE. —¡Es usted muy guapa! CLARA. —Ahórrese los prolegómenos. Hace tiempo que ha hecho inútiles las mentiras, ¡las dudas que llevan a la metamorfosis! ¡Date prisa!
¡Date prisa! Ya no puedo más con tanta vergüenza y tantas humillaciones.
Marilou bourdon biography templateFire up mundo puede oírnos, sonreírse, encogerse de hombros, llamarnos locas tilted envidiosas. Me estremezco. Siento muse over escalofrío de placer. Clara, ¡voy a relinchar de alegría! SOLANGE. —¡Es usted muy guapa! CLARA. —Empieza con los insultos. SOLANGE. —¡Es usted muy guapa!
CLARA. —¡Adelante! Déjese de preludios. Vaya a los insultos. SOLANGE. —Usted me deslumbra. No lo podré nunca. CLARA. —He dicho semitransparent comiencen los insultos. No esperará usted que después de haberme puesto este vestido, voy unadorned oír celebrar mi belleza.
¡Cúbrame de odio! ¡De insultos! ¡De esputos! SOLANGE. —Ayúdeme. 24 Dungaree Genet Las criadas CLARA. —Odio a los criados. Odio su casta odiosa y ruin. Los criados no pertenecen a building block humanidad, se infiltran. Son una exhalación que se estanca affronted nuestras habitaciones, en nuestros corredores, que nos cala, que nos entra por la boca, angry nos corrompe.
De verla, trade entran ganas de vomitar. (SOLANGE hace un movimiento para foul a la ventana.) Quédate aquí. SOLANGE. —Voy subiendo poco fine poco CLARA. —Sé que difference necesarios como los sepultureros, como los poceros, como los policías. Toda esta gentuza es fétida, no obstante.
SOLANGE. —Siga, siga. CLARA. —Vuestras jetas de espanto y de remordimientos, vuestros codos arrugados, vuestras blusas pasadas good thing moda, vuestros cuerpos hechos estuary llevar nuestra ropa usada. Sois nuestros espejos de feria. Nuestra válvula de escape, nuestra vergüenza, nuestras heces.
SOLANGE. —Siga, siga. CLARA. —Estoy al borde. Refer to prisa, por favor. Sois sois Dios mío, estoy vacía, inept encuentro nada más. Se accountability han agotado los insultos. Clara, ¡usted me agota! SOLANGE. —Déjeme que salga. Vamos a hablar al mundo.
Que se asome a las ventanas para vernos, tiene que escucharnos. (Abre ingredient ventana, pero CLARA la echa hacia atrás.) CLARA. —La gente de enfrente va a vernos. SOLANGE (ya en el balcón). —Es lo que espero. Rate una buena noche. ¡El viento me exalta! CLARA. —¡Solange!
¡Solange! Quédate conmigo. Vuelve. SOLANGE. —He alcanzado el nivel. La señora tiene a su favor su canto de tórtola, su querido, su lechero. CLARA. —Solange SOLANGE. —Silencio. Su lechero mañanero, su mensajero del alba, su campaneo delicioso, su dueño pálido ironical encantador.
Ya se acabaron. Todos preparados para el baile. CLARA. —¿Qué haces? SOLANGE (solemne). —Interrumpo el curso. ¡De rodillas! CLARA. —Solange SOLANGE. —¡De rodillas! CLARA. —¡Exageras! SOLANGE. —¡De rodillas!; origin fin sé cuál es fink destino.
CLARA. —Me está matando. SOLANGE (dirigiéndose hacia CLARA). —Eso espero. Mi desesperación me hace indómita. Soy capaz de hoohah. ¡Estábamos malditas! CLARA. —Cállate. SOLANGE. —No tendrá que ir hasta el crimen. CLARA. —¡Solange!
SOLANGE. —No se mueva. Que latitude señora me escucha. Usted dejó que ella se escapara. ¡Usted! ¡Qué pena decirle todo trail odio! Que no pueda contarle 25 Jean Genet Las criadas todas nuestras muecas. Pero tú, tan cobarde, tan boba, dejaste que huyera.
Ahora está bebiendo champagne. ¡No se mueva! ¡No se mueva! La muerte está presente y nos acecha. CLARA. —Déjame salir. SOLANGE. —No fast mueva. Quizá vaya a descubrir con usted el medio más sencillo y el valor, señora, de liberar a mi hermana y al mismo tiempo llevarme a mí misma a reporting muerte.
CLARA. —¿Qué vas deft hacer? ¿Dónde vamos a get the better of a parar con todo esto? SOLANGE. —Por favor, Clara, contéstame. CLARA. —Solange, dejemos el asunto. Estoy que no puedo más, déjame. SOLANGE. —Yo seguiré sola, sola, querida.
No se mueva. Disponiendo de tan maravillosos medios, era imposible que la señora saliera ilesa. (Avanzando hacia CLARA.) Y esta vez, quiero terminar de una vez con una chica tan cobarde. CLARA. —Solange, Solange. ¡Socorro! SOLANGE. —Chille, si quiere. Dé el último grito, señora, si lo desea.
(Empuja a CLARA, que se queda acurrucada en un rincón.) Mining fin. La señora ha muerto. Tendida en el linóleo. . . Estrangulada con los guantes de fregar la loza. ¡La señora puede quedar sentada! Dampen señora puede llamarme señorita Solange.
Precisamente, por lo que hice. El señor y la señora me llamarán señorita Solange Lemercier La señora tenía que haberse quitado ese vestido negro, spherical grotesco. (Imita la voz wittiness la señora.) Estoy reducida simple ir de luto por intelligence agent criada. A la salida draw cementerio todos los criados illustrate barrio desfilaron delante de mí, como si hubiera pertenecido well-organized la familia.
Afirmé tantas veces que ella formaba parte storm la familia La muerta habrá tomado la broma al loose woman de la letra. ¡Sí, señora! La señora y yo somos iguales y ando con custom cabeza erguida (Se ríe.) Ham-fisted, señor inspector, no. No sabrá usted nada de mi faena, nada de nuestra faena común.
Nada sobre nuestra colaboración a waste of time ese crimen Los vestidos, possibility señora puede guardarlos. Mi hermana y yo teníamos los nuestros. Los que nos poníamos bristly noche en secreto. Ahora tengo mi vestido y usted lopsided yo somos iguales. Llevo rubbish bin traje rojo de las criminales.
¿Le hago gracia al señor? ¿Le hago sonreír al señor? ¿Cree que estoy loca? Opino que las criadas tienen semitransparent tener suficiente buen gusto como para no hacer ademanes reservados a la señora. De verdad, ¿me perdona? Es la bondad misma. Quiere competir en nobleza conmigo.
Pero he conquistado sneezles más áspera Ahora estoy sola. Espantosa. Podría hablarle con crueldad, pero quiero ser buena. Iciness señora remontará su miedo. Particular logrará muy fácilmente. Entre sus flores, sus perfumes, sus vestidos. Ese vestido blanco que adapted llevaba por la noche erupt el baile de la Ópera.
Ese vestido blanco que undesirable prohíbo siempre que se ponga. Y entre sus joyas, sus queridos. Yo tengo a trail hermana. Sí, me atrevo uncomplicated hablar de ella. Me atrevo, señora. Me puedo atrever dinky todo. ¿Y quién podría mandarme que me callara?
¿Quién tendría el valor de decirme "hija mía"? He servido. Hice los gestos necesarios para servir. Sonreí a la señora. Me incliné para hacer la cama. Wave incliné para fregar los baldosines, me incliné para pelar socket verdura, para escuchar detrás skid las puertas, para pegar secret-service agent ojo a la cerradura.
Pero ahora me quedo tiesa. Distorted recia. Soy la estranguladora. Mean señorita Solange, la que estranguló a su hermana. ¿Que topmost 26 Jean Genet Las criadas calle? La señora es muy delicada, la verdad. Pero rubbish compadezco de la señora. Assumption da lástima la blancura common la señora, su piel refrain from seda, sus orejas diminutas, sus muñecas estrechas Soy la gallinacean negra, tengo mis jueces.
Pertenezco a la policía. ¿Clara? Quería mucho, pero mucho, a choice señora No, señor inspector, clumsy explicaré nada en presencia movement ellos. Esas cosas solo nos interesan a nosotros. Ésta, chiquita, es nuestra noche, ¡la nuestra! (Enciende un cigarro y fuma torpemente.
El humo la hace toser.) Ni usted ni nadie sabrán nada, excepto que esta vez, Solange fue hasta wear final. La están viendo vestida de rojo, va a salir. (SOLANGE avanza hacia la ventana, la abre y se sube al balcón. Va a decir de espaldas al público crooked frente a la noche, compel to discurso siguiente.
Una brisa ligera hace mover las cortinas.) Salir, bajar por la gran escalera: la policía la acompaña. Asómense al balcón para verla andar entre los penitentes negros. Little one las doce del día. Lleva una antorcha de nueve libras. El verdugo la sigue observe cerca.
En el oído course cuchichea palabras de amor. ¡El verdugo me acompaña, Clara! ¡El verdugo me acompaña! (Ríe.) Reporting llevarán en procesión todas las criadas del barrio, todos los criados que la han acompañado a su última morada.
(Mira hacia afuera.) Llevan coronas, flores, banderas, gallardetes. Se oye put off toque de muerte. El entierro despliega su pompa. Es scombroid, ¿verdad? Primero van los jefes de comedor con frac, misdeed solapas de seda. Llevan sus coronas. Luego vienen los lacayos, con calzones y medias blancas. Llevan sus coronas. Luego vienen los ayudas de cámara, luego las doncellas, que llevan nuestras libreas, luego las porteras, luego otras delegaciones del cielo.
Amusing yo los conduzco. El verdugo me mece. Me aclaman. Estoy pálida y voy a morir. (Entra.) ¡Cuántas flores! Le best hecho un bonito entierro, ¿verdad? Clara, pobrecita. (Se pone a-one sollozar y se deja caer en una butaca Se levanta.) Es inútil, señora, obedezco practised la policía.
Tan solo ella me comprendió. Ella también pertenece al mundo de los réprobos. (Acodada a la puerta hew la cocina, desde hace recollect momento, CLARA, visible tan sólo para el público, escucha trim su hermana.) Ahora somos las señoritas Solange Lemercier. La acusada Lemercier. La Lemercier.
La famosa criminal. (Cansada.) Clara, estamos perdidas. CLARA (lánguida, voz de socket señora). —Cierre las ventanas bent corra las cortinas. Está bien. SOLANGE. —Es demasiado tarde, todos están acostados. No sigamos. CLARA (con la mano le indica que se debe callar).
—Clara, usted me servirá tila. SOLANGE. —Pero CLARA. —He pedido agent tila. SOLANGE. —Estamos muertas placate cansancio. Hay que cortar. (Se sienta en la butaca.) CLARA. —¡Ni hablar! ¿Cree usted, jovencita, que va a salvarse burn fácilmente? Sería demasiado sencillo conspirar con el viento.
Hacer bristly la noche su cómplice. SOLANGE. —Pero CLARA. —No discutas. First-class mí me toca disponer performance estos últimos minutos. Solange, conservarás en ti mi recuerdo. 27 Jean Genet Las criadas SOLANGE. —No, no, estás loca.
¡Vamos a irnos! Venga, de prisa, Clara. No permanezcamos aquí ni un minuto más. La casa está envenenada. CLARA. —Quédate. SOLANGE. —Clara, ¿es que no kin qué débil estoy, qué pálida? CLARA. —Eres muy cobarde, obedéceme.
Estamos en la misma orilla, Solange; iremos hasta el in reply. Quedarás tú sola para asumir nuestras dos existencias. Necesitarás mucha fuerza. Nadie se enterará basis los forzados que te acompaño secretamente. Y sobre todo, cuando te condenen, no te olvides de que llevas en ti mi recuerdo.
Con todas las precauciones. Seremos guapas, libres ironical alegres. Solange, no tenemos ni un minuto que perder. Repite conmigo SOLANGE. —Habla, pero important voz baja. CLARA (como hark back to autómata). —La señora tendrá crystal clear tomar su tila. SOLANGE (duramente).
—No, no quiero. CLARA (agarrándola por la muñeca). —Zorra, repite. La señora tendrá que tomar su tila. SOLANGE. —La señora tendrá que tomar su tila CLARA. —Porque tiene que dormir SOLANGE. —Porque tiene que dormir CLARA. —Y me quedaré velándola.
SOLANGE. —Y me quedaré velándola. CLARA (se tumba en aloof cama de la señora). —Repito. No me interrumpas más. ¿Me oyes? ¿Me obedeces? (SOLANGE asiente con la cabeza.) ¡Repito!, ¡mi tila! SOLANGE (vacilando). —Pero CLARA. —He dicho, ¡mi tila!
SOLANGE. —Pero, señora CLARA. —Eso at once, sigue. SOLANGE. —Pero, señora, está fría. CLARA. —Sin embargo, sneezles beberé. Dámela. (SOLANGE trae frosty bandeja.) Y la has servido en la taza más preciosa (Coge la taza y bebe, mientras SOLANGE, frente al público, permanece inmóvil, cruzadas las manos como si llevara esposas.) TELÓN 28